miércoles, 21 de marzo de 2012

La vestimenta regional de Yucatán


 
El terno, atuendo de fiesta de la población del campo, caracterizan a la cultura Yucateca, junto con el huipil o hipil, como comúnmente le llamamos los yucatecos, este es el atuendo cotidiano para la mujer trabajadora del campo.

 
El huipil o hipil es un vestido blanco, suelto, del mismo ancho desde arriba hasta abajo, cosido lateralmente, con dos aberturas para los brazos y otra de forma cuadrada para la cabeza, las cuales, junto con la parte inferior del vestido están decoradas con vistosos motivos bordados. Debajo del hipil se usa una enagua larga y amplia llamada fustán.

 
El terno, como su nombre lo indica, consta de tres piezas: jubón, huipil y fustán.El primero es un cuello cuadrado con un ancho de 30cm aprox. sobrepuesto al huipil, el jubón es una pieza bellamente decorada con motivos bordados, su encanto radica en el escote cuadrado que deja libre parte del pecho y la espalda, con delicada audacia. El huipil es el vestido cuadrado que cubre el cuerpo de la mujer hasta media pierna, la parte inferior está decorada de igual forma que el jubón. Por último, el fustán o fustán, es un medio fondo rizado que se ajusta a la cintura con una pretina de la misma tela, debajo del huipil, y llega a cuatro dedos de los tobillos, y está decorado con encaje y bordados.

 
El bordado se puede hacer de diferentes tipos, el más bello, y también el más complicado es el xocbichuy, o punto de cruz, el cual se hace a mano. Los bordados se combinan, en ocasiones, con la técnica de "manicté" (del maya xmanikté), que es un calado o deshilado a mano para formar figuras o flores mediante amarres. Algunas prendas tienen únicamente adornos de este tipo, lo cual muestra la laboriosidad y el gusto de la mujer por la confección del vestido. En los pueblos aun se puede observar la veterana, clásica estampa de una mestiza sentada en un banquillo, en el patio o a la puerta de la casa de paja, bordando pedazos de raso, chermés, dacrón o seda que más tarde engalanarán algún terno.

 
El elegante terno de mestiza de buena casta, se complementa con un fino rebozo de santa María y con el rosario de filigrana, que el orfebre yucateco realiza, tejiendo el oro con la magia de sus manos, convirtiéndolo en largas cadenas de tres y cuatro vueltas para adornar el cuello de la mestiza elegante, y a cuyo final pende la venerada cruz del Salvador.

El traje de gala masculino consta de una filipina de lino blanco, con botonadura de oro, pantalón blanco, completandose el conjunto con un elegante sombrero y alpargatas.

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